viernes, 20 de abril de 2012

PROFUNDIZA en... Los cuentos de Calleja

Saturnino Calleja Fernández nació en Burgos en 1853 y murió en Madrid el 9 de julio de 1915. Fué editor, pedagogo, escritor y fundador de la Editorial Calleja. la Editorial Calleja llegó a ser la más popular en España, en Hispanoamérica y en Filipinas. En 1899, la Editorial Calleja publicó 3.400.000 volúmenes.
Saturnino Calleja realizó dos importantes novedades en el mundo editorial de la época: publicó grandes tiradas de los libros y cuentos (con muy pequeño margen de beneficio, con lo que abarató mucho los precios) e ilustró profusamente todos ellos con dibujos de los mejores artistas, logrando así unos cuentos atractivos y al alcance de los bolsillos de menor poder adquisitivo, acostumbrando a leer, con ello, a varias generaciones de niños. Por otra parte, los libros de Pedagogía eran entonces escasos, malos y caros. Calleja editó otros, basados en las más modernas tendencias pedagógicas europeas, los llenó de bonitas ilustraciones (su gran lema era "Todo por la ilustración del niño") y los repartió (a veces a costa de su bolsillo) por las entonces paupérrimas Escuelas de los pueblos de España. Los maestros españoles estaban menospreciados. Saturnino Calleja fundó y dirigió la revista La Ilustración de España, en cuya cabecera decía: "Periódico consagrado a la defensa de los intereses del Magisterio Español"; su primer número salió a la calle en junio de 1884. Aquella revista iba acompañada por el boletín El Heraldo del Magisterio, con los mismos fines y las mismas firmas. También creó la Asociación Nacional del Magisterio Español y organizó la Asamblea Nacional de Maestros. Con todo ello se convirtió en el líder indiscutible de los maestros españoles. En 1888, La Ilustración de España cambia de director y propietario y se define como "periódico ilustrado de Literatura, Ciencias, Artes y Modas".
La Editorial Calleja publicó del orden de los 3.000 títulos, no solo de cuentos, sino también libros texto y libros de Pedagogía (muchos de estos escritos por el propio Calleja), así como literatura clásica (varias ediciones del Quijote, la primera edición completa de Platero y yo, etc.), diccionarios como el Diccionario manual de la lengua española ilustrado con millares de grabados, mapas geográficos, retratos de hombres célebres y láminas enciclopédicas), atlas, libros de medicina, higiene, derecho, baile, cocina etc.
Es muy conocido por su colección de cuentos económicos, baratísimos, al alcance de todos los bolsillos infantiles que tuvieran 5 y 10 céntimos. De esto deriva la expresión "¡Tienes más cuento que Calleja!". Los elementos folclóricos eran tratados con ciertos tonos instructivos y ejemplificadores, además de resaltar en ellos las notas de un curioso casticismo hispánico que los hacía prácticamente inconfundibles. Sobrenadaba una fina ironía y un juego descarado con anacronismos y actitudes disparatadas que asaltaban cada cierto tiempo. Unos cuantos fueron compuestos por el propio Saturnino Calleja; la mayoría fue elaborada por escritores anónimos asalariados, algunos de ellos importantes; se desconoce la relación exacta porque los archivos de la editorial desaparecieron en la Guerra Civil. Solamente se conoce con seguridad a José Muñoz Escámez, que elaboró un centenar recogido posteriormente en el volumen Azul Celeste (1902); Juan Ramón Jiménez trabajó en su juventud en la editorial y Jesús Sánchez Tena escribió e ilustró cuentos para la editorial. Entre 1915 y 1928, los Cuentos de Calleja llegaron a alcanzar sus máximas notas de originalidad, buen gusto y carácter innovador, bajo la dirección artística de Salvador Bartolozzi. La editorial Calleja también publicaba la colección Perla, más lujosa. Los cuentecitos de Calleja fueron la lectura de todos los niños que vivieron en las primeras décadas del siglo XX. Eran cuentos con letra pequeña, con algunas ilustraciones en blanco y negro y con un contenido divertido; su lectura era amena, rápida. Gracias a Calleja, los niños españoles conocieron a Hans Christian Andersen, a los hermanos Grimm, Los viajes de Gulliver, Las mil y una noches y toda una serie de versiones de autores españoles.
De invención suya es el final de innumerables cuentos de habla hispana: "...y fueron felices y comieron perdices, y a mí no me dieron porque no quisieron." Este Cómic está realizado por Aroa para PROFUNDIZA

No hay comentarios:

Publicar un comentario