sábado, 13 de noviembre de 2010

Relatos




¿Porque no escucháis un poco de música mientras leéis este cuento?








Erase una vez un fantasma que estaba encerrado en una torre porque asustaba a mucha gente. Él quería tener amigos pero en cuanto lo veían por la calle, huían de él.
Un día para que no lo reconocieran, se puso una capota negra y unas gafas de sol,
pero cuando iba por la calle se enganchó la capa en un barrote y se cayó al suelo,
entonces vieron que era él y la gente se asustó mucho.
Pasaron dos o tres meses y se le ocurrió una idea: ¡se iba a vestir de mujer!
Así lo hizo, pero cuando iba por la calle se le veía un poquito de blanco y la gente decía: ¡Es el fantasma! ¡Es el fantasma!. Así que esa idea tampoco le funcionó.
Entonces se cansó de tanto disfrazarse y salió a la calle tal como era y ya no le importaba. Pero lo mejor de todo es que la gente se acostumbró a verlo y nunca mas se asustaron.

Escrito por Samuel Pineda Lara 6ºA

No hay comentarios:

Publicar un comentario