jueves, 27 de octubre de 2011

Halloween 2011

Se acerca la fecha de los fantasmas, las calabazas iluminadas, los esqueletos y los murciélagos.
Pero en nuestro Colegio, ¡decidimos meterlos a todos en la biblioteca! Como ya sabéis, esta semana estamos celebrando Halloween leyendo diversos cuentos que podéis encontrar en la mesa principal de la Biblioteca pero cuidado... no olvidéis mirar hacia arriba... ya que estáis en una cueva de murciélagos!!!!

Aquí podéis ver algunas imágenes de la Biblioteca (posteriormente subiremos más imágenes)

¡¡La casa terrorífica!!

Había una vez una casa que estaba en venta y una familia la compró.
Los vecinos lesavisaron porque esa casa traía mala suerte.
La casa era vieja, grande, alta y de color marrón.
En la chimenea vivían murciélagos y vampiros.
En el garaje había una vieja muy fea que estaba muerta.
En el jardín había serpientes venenosas y arañas mortales.
Phoebe 4ºB
De noche, cuando salía la luna, pasaban cosas muy extrañas en la casa
y por eso los vecinos la llamaban... ¡la casa terrorífica!

La niña pequeña con cuatro años se levantó a beber agua y encontró sangre dentro del vaso, todas las cosas estaban fuera de su sitio...las ventanas se abrían y cerraban solas. Todos los relojes estaban mal. Los grifos se abrían solos y salía sangre en vez de agua.
La niña fué corriendo a decírselo a su padre y éste llamó a los cazafantasmas para pedirles ayuda.. Pero no pudieron hacer nada, así que finalmente la familia se mudó a otra casa.

ISABELA LA BRUJA DEL ARCO IRIS


Yo soy una pequeña bruja que pertenezco a una antigua familia de brujos; vivo en un pueblito cerca del mar llamado Torreguadiaro.
Mi madre es una bruja con muchos poderes, uno de ellos es congelar el tiempo. Cuando llego tarde al colegio por dormilona, mi madre dice:
"Aris curicú paro el tiempo para que llegues al cole tú"
Así llego al cole sin que nadie se dé cuenta de que he llegado tarde.
Mi padre y mi hermano son mortales, ya que en mi familia sólo las mujeres podemos heredar el poder de las brujas.
A mi colegio van humanos y brujas, mis mejores amigas son brujas como yo, se llaman Daniela, la bruja de la lluvia y Victoria, la bruja del sol.
Juntas vivimos muchas aventuras, todo sería perfecto si no estuviera en nuestra clase la bruja mala de los cuatro vientos llamada Yasmina, que metenía envidia por tener el poder mas grande de todas y todos los brujos de la escuela.

Un dia me cortó un mechón de pelo y me hizo un conjuro para evitar mi poder sobre los colores y me quitó el violeta.
Mis amigas y yo fuimos a buscar a la vieja bruja de la sabiduría, por cierto... es mi abuela y se llama Celia, la superbruja. Ella nos dió una pócima mágica para que la bebiera Yasmina y así recuperar mi color violeta.
Llegamos montadas en las escobas mágicas, le echamos los polvos mágicos a Yasmina y... el color violeta volvió a mi a mi.
El maestro brujo Salvador, al enterarse de todo, convirtió a la bruja de los cuatro vientos en una mortal normal.
Nos pusimos tan contentos que Daniela hizo llover, Victoria hizo brillar el sol, y yo con todos mis colores hice algo maravilloso:
¡¡El arco Iris!!

Isabel Corbacho 4ºA

viernes, 21 de octubre de 2011

"Nuestra biblioteca está de miedo"


Mas cuentos de miedo...


Érase una vez un matrimonio de leñadores que tenía dos hijos. Pedro, el mayor, era un chico muy miedoso. Cualquier ruido le sobresaltaba y las noches eran para él terroríficas. Juan, el pequeño, era todo lo contrario. No tenía miedo de nada. Por esa razón, la gente lo llamaba Juan sin miedo. Un día, Juan decidió salir de su casa en busca de aventuras. De nada sirvió que sus padres intentaron convencerlo de que no lo hiciera. Él quería conocer el miedo, saber qué se sentía.

Estuvo andando sin parar varios días sin que nada especial le sucediese. Llegó a un bosque y decidió cruzarlo. Bastante aburrido, se sentó a descansar un rato. De repente, una bruja de terrible aspecto, rodeada de humo maloliente y haciendo grandes aspavientos, apareció junto a él.

—¿Qué hay, abuela? —saludó Juan con toda tranquilidad.

—¡Desvergonzado! ¡Soy una bruja!

Pero Juan no se impresionó. La bruja intentó todo lo que sabía para asustar a aquel muchacho. Nada dio resultado. Así que se dio media vuelta y se fue de allí cabizbaja, pensando que era su primer fracaso como bruja.

Tras su descanso, Juan echó a andar de nuevo. En un claro del bosque encontró una casa. Llamó a la puerta y le abrió un espantoso ogro que, al ver al muchacho, comenzó a lanzar unas terribles carcajadas.

Juan no soportó que se riera de él. Se quitó el cinturón y empezó a darle unos terribles golpes hasta que el ogro le rogó que parase.

El muchacho pasó la noche en la casa del ogro. Por la mañana siguió su camino y llegó a una ciudad. En la plaza un pregonero leía un mensaje del rey:

—Y a quien se atreva a pasar tres noches seguidas en este castillo, el rey le concederá a la mano de la princesa.

Juan sin miedo se dirigió al palacio real, donde fue recibido por el soberano.

—Majestad, estoy dispuesto a ir a ese castillo —dijo el muchacho.

—Sin duda has de ser muy valiente —contestó el monarca. Pero creo que lo deberías pensar lo mejor.

—Está decidido —respondió Juan con gran seguridad.

Juan llegó al castillo. Llevaba años deshabitado. Había polvo y telarañas por todas partes. Como tenía frío, encendió una hoguera. Con el calor se quedó dormido.

Al rato, unos ruidos de cadenas lo despertaron. Al abrir los ojos, el muchacho vio ante él un fantasma. Juan, muy enfadado porque lo habían despertado, cogió un palo ardiendo y se lo tiró al fantasma. Éste, con su sábana en llamas, huyó de allí y el muchacho siguió durmiendo tan tranquilo.

Por la mañana, siguió recorriendo el castillo. Encontró una habitación con una cama y decidió pasar allí su segunda noche. Al poco rato de haberse acostado, oyó lo que parecían maullidos de gatos. Y ante él aparecieron tres grandes tigres que lo miraban con ojos amenazadores.

Juan cogió la barra de hierro y empezó a repartir golpes. Con cada golpe, los tigres se iban haciendo más pequeños. Tanto redujeron su tamaño que, al final, quedaron convertidos en unos juguetones gatitos a los que Juan estuvo acariciando.

Llegó la tercera noche y Juan se echó a dormir. Al cabo de unos minutos escuchó unos impresionantes rugidos. Un enorme león estaba a punto de atacarlo. El muchacho cogió la barra de hierro y empezó a golpear al pobre animal, quien empezó a decir con voz suplicante:

—¡Basta!, ¡basta!, ¡no me es más! ¡Eres un bruto!, ¿no te das cuenta de que me vas a matar?

A la mañana siguiente, Juan sin miedo apareció el palacio real. El rey, que no daba crédito a sus ojos, le concedió la mano de su hija y, a los pocos días, se celebró la boda.

Juan estaba encantado con su esposa y se sentía muy feliz. La princesa también lo estaba, pero decidió que haría conocer el miedo a su marido. Una noche, mientras Juan dormía, ella cogió una jarra de agua fría y se la derramó encima. El pobre Juan creyó morir del susto. Temblaba de terror. Sus pelos estaban rizados y ¡conoció el miedo, por fin!

Juan, una vez recuperado, agradeció a su esposa el haberle hecho sentir miedo, algo que todo el mundo conoce.



Título: Juan sin miedo
Autor: Wilhelm y Jacob Grimm

"Nuestra biblioteca está de miedo"

¡¡¡De nuevo llega Halloween!!!
y nuestra biblioteca se vuelve a vestir "de miedo" con exposiciones y
decorados que dan pavor!!
En la semana del 24 al 28 de octubre encontrarás en la biblioteca una muestra de nuestros libros mas ¡¡¡terroríficos!!!
Te proponemos algo...
¿Te atreves a crear tus propios relatos para que tus amigos pasen un poco de miedo?
¡¡Vamos allá!! los relatos mas chulos aparecerán publicados en nuestro blog.
Entra en nuestra terrible biblioteca y lo pasarás...¡ de miedo!...
Eso...
¡¡¡si consigues salir de ella!!!
y... para que vayais "haciendo boca"...
Os dejamos este cuento clásico

Hansel y Gretel (Cuentos Clásicos)